Cuando el mundo parece pesado, con frecuencia es difícil recordar rutinas y como se siente lo “normal” Para muchos, las oportunidades de reír y jugar también han cambiado … y a veces son más escasas.
A veces, una gran carcajada es todo lo que necesitamos. La risa reduce el cortisol que ayuda a reducir la ansiedad, alivia la tensión, libera endorfinas y ayuda a sanar el cuerpo. Compartir la risa también puede evocar sentimientos de calidez y cuidado mutuo.
Jugar puede ayudarnos a sacar esa risa que necesitamos. Nos ayuda a relajarnos, a formar conexiones más profundas con otras personas y encontrar alegría a cualquier edad. Jugar también puede ayudar a mejorar la solución de problemas porque tu mente inconsciente se mantiene activa mientras que tu mente consciente se concentra en otra cosa.
¡Toma un momento, encuentra un amigo o familiar y comparte un chiste o diviértanse! ¿Se te acabaron las ideas? ¡Es el día de apreciación de las vacas y creemos que puede ser muuuuuu-y divertido!
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